Visión de la profesión docente
Formar y capacitar a las nuevas generaciones para cumplir con las necesidades variantes de la sociedad. Así para cada época se necesita maestro, pedagogía, horizontes políticos y culturales para obedecer a la exigencia de cada tiempo. Busca formar seres humanos sensibles, responsables, reflexivos, pensantes y con capacidades para resolver diferentes tipos de situaciones.
Los docentes son agentes de la institución que cumplen un papel en la estructura social, en función de su posición en el campo de la cultura.
Resulta de interés explicitar, como señala Lerena (1987) «cómo produce y reproduce el sistema escolar las principales características psicosociales de sus propios agentes y cómo estos, en tanto grupo, constituyen una materialización y encarnación de la estructura de ese sistema».
La identidad profesional de los docentes —su profesionalidad— se define en el marco de aspectos culturales, sociopolíticos y modelos pedagógicos. En este sentido la significación cultural de su profesión cobra relevancia al momento de estructurar el conocimiento sobre lo educativo junto a aspectos organizativos, institucionales y curriculares.
«La profesionalidad de los docentes viene definida por los modelos pedagógicos coherentes con una determinada función social, por las condiciones de su trabajo, determinada a su vez por la peculiar estructura del sistema educativo y por las opciones metodológicas y epistemológicas de tipo pedagógico que no son independientes de categorías sociales políticas y morales» (Gimeno Sacristán, 1991).
Lo objetivo y lo subjetivo; la estructura y el agente: la profesión docente es construida en la imbricación de ambos planos. De este modo los docentes —en tanto agentes sociales— forman sus concepciones sobre la profesión en el marco de estructuras socioeducativas; lo «externo» se torna «realidad incorporada» —habitus que se expresa en prácticas.
Lógica
Los docentes son agentes de la institución que cumplen un papel en la estructura social, en función de su posición en el campo de la cultura.
Resulta de interés explicitar, como señala Lerena (1987) «cómo produce y reproduce el sistema escolar las principales características psicosociales de sus propios agentes y cómo estos, en tanto grupo, constituyen una materialización y encarnación de la estructura de ese sistema».
La identidad profesional de los docentes —su profesionalidad— se define en el marco de aspectos culturales, sociopolíticos y modelos pedagógicos. En este sentido la significación cultural de su profesión cobra relevancia al momento de estructurar el conocimiento sobre lo educativo junto a aspectos organizativos, institucionales y curriculares.
«La profesionalidad de los docentes viene definida por los modelos pedagógicos coherentes con una determinada función social, por las condiciones de su trabajo, determinada a su vez por la peculiar estructura del sistema educativo y por las opciones metodológicas y epistemológicas de tipo pedagógico que no son independientes de categorías sociales políticas y morales» (Gimeno Sacristán, 1991).
Lo objetivo y lo subjetivo; la estructura y el agente: la profesión docente es construida en la imbricación de ambos planos. De este modo los docentes —en tanto agentes sociales— forman sus concepciones sobre la profesión en el marco de estructuras socioeducativas; lo «externo» se torna «realidad incorporada» —habitus que se expresa en prácticas.
Mitos
¿Qué es un mito?
Los mitos forman parte del sistema de creencias de una cultura o de una comunidad, la cual los considera historias verdaderas. Al conjunto de los mitos de una cultura se le denomina mitología. Cuanto mayor número de mitos y mayor complejidad tiene una mitología, mayor es el desarrollo de las creencias de una comunidad. La mitología sustenta la cosmovisión de un pueblo.
Mitos en la profesión docente
justamente; una circunstancia en la que influye su consideración social y que incide en los jóvenes para su elección. Quizá todos participamos en este vago reconocimiento y todos tenemos un poco de culpa; unos, los que dirigen y tienen capacidad de decisión política por no reconocer el valor de esta práctica y otros,los propios docentes, por no defender con más empeño o favorecer nuestra propia tarea.
Para obtener más información acerca de los mitos de la profesión docente puedes visitar http://www.mecd.gob.es/dctm/revista-de-educacion/articulosre348/re34820.pdf?documentId=0901e72b8123ad48.
A continuación hacemos una presentación de algunos mitos de la profesión docente:
1-El profesor/a nace, no se hace.
2. Para ser profesor/a basta tener conocimientos.
3. Para ser profesor/a basta tener voluntad.
4. La enseñanza causa aprendizaje.
5. Hay formas inequívocas de saber si el aprendizaje se ha producido.
6. Hay formas inequívocas de saber por qué no se ha producido el aprendizaje.
7. Sólo aprenden los alumnos/as.
8. Los alumnos/as sólo aprenden conocimientos.
9. Los alumnos/as sólo aprenden de los profesores/as.
.10. Los alumnos/as sólo aprenden lo que se les pretende enseñar.
Código de la profesión docente
Para obtener más información puedes ingresar a:
Rutina de la profesión docente
Rutina es hacer físicamente lo mismo, pero monotonía es hacerlo con el mismo estado de ánimo. La rutina no se puede evitar, pero la monotonía sí se bebe evitar.
Rutina es tener el mismo salón de clases todo el año; monotonía es ir perdiendo el ánimo con el que se hace esa rutina. ¿Qué tiene ver esto con la realización profesional docente? Mucho.Simplemente no es compatible una cosa con la otra.
El aburrimiento no cabe en una persona que se sienta realizada profesionalmente. No es excusa para caer en la monotonía la expresión "Ellos hacen como que me pagan y yo como que trabajo".Este círculo vicioso por sentido de realización profesional docente le toca romperlo al trabajador.
Por la forma de actuar, al observar a muchos maestros, da la impresión de que han caído en una rutina pavorosa; no hay calor humano en sus gestos, todo son palabras cortantes y órdenes dichas en forma monosilábica; cualquier parecido con cierta realidad es mera coincidencia.
El lenguaje didáctico
La voz del maestro
La correcta dicción es una de las condiciones esenciales del buen maestro. Pero la buena dicción no basta; es necesario que el maestro sepa utilizar su voz como el instrumento que es, aprovechándola al máximo. Desde el punto de vista didáctico, interesan especialmente la claridad, la modulación, el timbre, la intensidad y el tono. De la armonización de estas cualidades depende que la voz se constituya en un factor de atracción o de rechazo por el alumno.
Condiciones esenciales en el lenguaje didáctico
Corrección. El lenguaje del maestro debe ser correcto, esto es, exacto en su pronunciación; exacto en la enunciación de los tiempos verbales, apropiado en el uso de los vocablos, y sintácticamente claro y coherente.
Fluidez. El maestro debe manejarse con soltura mediante un léxico rico, accesible y diversificado. Debe expresarse con facilidad, de suerte que las ideas se vayan clarificando paso a paso, a medida que avanza en sus explicaciones.
Sencillez. Los términos deben ser accesibles al entendimiento del alumno. La comprensión es la clave de la sencillez, si bien lo sencillo no debe ser necesariamente vulgar y trivial.
Precisión. Cada palabra, cada concepto, cada frase u oración, deben expresar cabalmente lo que se quiere decir, sin más palabras que las imprescindibles.
Concisión. De la precisión deriva la concisión. El lenguaje debe ser medido, limitado en cantidad, aunque rico y fecundo en calidad. La brevedad adquiere, en materia didáctica, el significado valor de la economía en tiempo de enseñanza y de ganancia en tiempo de aprendizaje.
Elocuencia. El lenguaje del maestro debe deleitar y persuadir, convencer y conmover al auditorio escolar. Tanto las palabras, como los gestos o ademanes deben dar a entender con viveza lo que se quiere transmitir al alumno.
Calidez o tono afectivo. La palabra fría, deshumanizada, es incapaz de abrir las puertas del entendimiento. El lenguaje, en cuanto símbolo de comunicación, debe teñirse con cordialidad, de simpatía, de calor humano o, si se quiere, de la dosis de emoción que, oportunamente puesta en juego por el maestro, puede llegar a generar sentimientos altruistas en los educandos.
“Las estridencias fónicas, la voz destemplada, airada o ensordecida por la cólera, repercuten negativamente en el ánimo del niño y generan formas diferentes de reacción que llevan al resentimiento, a la decepción y al desgano.”
“El docente debe hablar antes poco que mucho, y nunca demasiado.”
Cuando decidimos tomar esta carrera debe de ser por pasión y deseo de que otros puedan aprender aún más de lo poco que podemos saber.
ResponderEliminarUn maestro cuando se vuelve rutinario y monótono se puede decir que hasta ahí llego su profesión docente ya que no le interesa que sus alumnos aprendan y puedan crecer intelectualmente y humanamente como personas. Esta carrera es solo para valiente por el motivo que siempre ahí que estar en expectativas y motivados en todo momento, los problemas dificultades debemos de dejarla en las casas en el momento que estemos en una aula y así poder dar lo mejor.
NICAURY STEPHANIA VARGAS REYES.
ResponderEliminarVisión, lógica, mitos, rutina y lenguaje, son características que engloba la profesión docente, pues son parte de ella y la identifican como tal. Primero la visión porque esta se enfoca directamente al alumno, buscando que sea una persona capaz de resolver cualquier situación en la que se vea involucrado.
La lógica dentro de la profesión docente es muy importante, pues yo entiendo que con esta se demuestra que el maestro como modelo tiene coherencia y concordancia entre lo que dice y lo que hace.
De los tantos mitos que rodean la profesión docente uno de los que mas me llama la atención es el que dice: solo aprenden los alumnos. Nosotros como personas que hemos tenido la experiencia, sabemos que esto no es cierto porque el maestro también aprende cosas inimaginables de sus alumnos.
En la parte que trata de la rutina docente me gustó mucho la parte que menciona que rutina y monotonía no es lo mismo, y según lo que explica el material yo entiendo que la rutina es el quehacer de todos los días. como: asistir a la escuela, tomar la asistencia, desarrollar un contenido, lidiar con los compañeros, entre otros, y la monotonía es caer en la falta de variedad, dejar apagar la espontaneidad y el deseo de hacer creativa y divertida cada rutina.
En la última parte que toca el lenguaje, considero que es imprescindible saber utilizarlo de la forma adecuada en cada situación.
JUANA MORFA SOLIVER
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ResponderEliminarEs más que evidente que la visión de la profesión docente es formar maestros competentes que puedan responder a los cambios que a diario se presentan en la sociedad. Considero que la profesión docente es sumamente importante, sin embargo existen diferentes mitos sobre esta.
ResponderEliminarCabe destacar que dicha profesión es muy valiosa pero no todas las personas piensan lo mismo, por eso es que surgen los mitos, y uno de los que se muestran en esta entrada y que me llama la atención es:
"Solo aprenden los alumnos". Realmente es un proceso educativo aprende tanto el maestro como los estudiantes, ya que ambos son parte importante de este proceso, y es que los alumnos siempre saben algo que el maestro desconoce.
Por otra parte considero que el lenguaje del maestro influye mucho en el aprendizaje de los alumnos, puesto que si se implementa de la manera adecuada es de mayor seguridad que el estudiante pueda entender y captar el mensaje del docente.
LOIDY JAZMÍN LÓPEZ SANTANA
Para mí algo que cualquier persona debe tener claro es su visión a la hora decidirse por esta carrera, no verla como un escalón para alcanzar su meta como mucho lo hacen, sino que debe reconocer que es un elemento importante o mejor dicho un ingrediente esencial para el buen desarrollo de una sociedad. ¿Por qué? Porque depende de la visión con que este vea la profesión, así mismo serán sus resultados en la comunidad educativa y en la sociedad, es decir, que si el maestro comprendiera que la comunidad, el país, los ciudadanos depende de su misión la cual es la capacitación y formación de las nuevas generaciones entre otras claro está el sistema educativo seria de otra manera en nuestro país. Ya que todos los ciudadanos pasan por la mano del maestro.
ResponderEliminarAunque todo no depende del maestro, pero si comprendiéramos lo importante de esta carrera con entusiasmo y amor mejoraríamos cada día más.
Los mitos forman parte de una cultura. En el ámbito educativo estos son muy amplios en la medida que va avanzando el tiempo. Es claro que la sociedad es el primer enemigo del docente, pero al igual que ellos los profesores no defienden el arda labor que desempeña para la sociedad. De esta parte llamo mi atención cuando dicen: que la carrera docente se encuentra sometida a fuertes presiones y que esto frena a los nuevos jóvenes el deseo a acceder al magisterio. Ya que esto lo estamos viviendo y enfrentándonos a malos comentarios cada día.
En lo particular yo comprendo que algunos de estos mitos se están rompiendo gracias a los nuevos saberes que están obteniendo las personas, porque una persona ignorante es una persona que creer en supersticiones al igual que en los mitos.
La rutina es un acto que se repite muchas veces y es algo que siempre le pasara a un docente, al hablar de su vida, su tiempo en el aula y en otra aspecto, pero de el dependerá si será monótono o cada día que se levanta lo hace con más ánimo e interés, ya que de estas manera surgirán nuevas ideas para realizar algo diferente.
Una parte muy importante que no puedo dejar de resaltar es el lenguaje didáctico, es decir, la forma correcta de hablar que posee un docente, ya que es el instrumento que le permite comunicarse y ser comprendido. Este debe tener en cuenta que al expresarse debe realizarlo correctamente, manejarse con soltura, con un léxico rico y diversificado, siendo al mismo tiempo sencillo dejando detrás la vulgaridad entre otras que son esenciales a la hora de expresarse.
Lidez Ruiz