La formación
permanente del profesorado es uno de los criterios que definen la calidad de la
educación. Uno de los elementos novedosos en el ámbito educativo es el
desarrollo de las competencias en el alumnado, lo cual reclama por parte del
profesorado un cambio en su función docente, que necesariamente debe ir unido a
una formación permanente basada en competencias.
La sociedad de la información y la comunicación se
caracteriza por cambios constantes en todos los ámbitos y esto repercute
directamente en la educación, en cada una de las escuelas, de las aulas y de
sus protagonistas: los estudiantes y el profesorado.
En la actualidad existen muchos planes de formación
permanente, pero hay poca innovación, tal y como apunta Imbernón (2007), es
decir, los contenidos, las experiencias, los aprendizajes derivados de la
formación no siempre se llevan a la práctica.
La causa puede encontrarse, según
este autor, en un modelo de formación tradicional y descontextualizado que no
responde a la demanda del profesorado. Incluso, señala Álvarez Rojo (2007), en
los planes de formación continua en el ámbito de la enseñanza, salvo notables
excepciones (grupos de trabajo y planes de innovación docente), la formación impartida
no está suficientemente relacionada con el desempeño del puesto de trabajo, en
cuanto a los contenidos abordados, los tiempos prescritos para la formación o
los escenarios en que se desarrollan.
Las competencias profesionales pueden definirse como el
conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes, de orden cognitivo,
afectivo y práctico, necesarias para el desarrollo profesional del docente y
que, según Roegiers (2000), se forman básicamente en el proceso de aprendizaje
profesional, a través de procesos culturales vividos por el profesorado, ya sea
de modo personal o colectivo.
Tal y como señalábamos, la sociedad y la escuela
actual reclaman al profesorado una actualización permanente, centrada en las
competencias profesionales, que de respuesta al nuevo perfil del profesorado y a
las funciones que debe desempeñar. En definitiva, los programas de formación
permanente deben centrarse en el desarrollo de las competencias profesionales
necesarias para resolver los problemas que se plantean en los centros y en las
aulas.
La auto-evaluación es un proceso reflexivo en el que cada sujeto es a la vez, observador y objeto de análisis. Así, el quién evalúa corresponde al propio docente; el qué, es el punto más problemático porque exige una mirada retrospectiva del propio ejercicio profesional, de las acciones, marcos conceptuales, metodologías, interacciones, etc. El cómo, refiere a numerosos instrumentos y procedimientos de investigación que pueden ponerse en juego al momento de evaluar.
La auto-evaluación demanda el compromiso de los docentes, el equipo de conducción y de la institución en general y tal compromiso deberá promover que toda práctica acreciente los pilares fuertes de cada uno y ajuste aquellos puntos que se hallan debilitados o deficitarios.
Creemos que no existe el maestro diez, pero tampoco el maestro cero. La asignación de la puntuación máxima refleja una crítica autocomplaciente, condescendiente y superficial, que apunta más a la aprobación que a la investigación sobre la práctica.
En estos casos la auto-evaluación de fin de año no está implementada como herramienta para pensar nuestra propia práctica, para reflexionar sobre nuestra marcha docente, como apertura de dudas que permitan la reelaboración de nuestro accionar responsable, sino que está pensada como algo más para dar cumplimiento.
En estos casos la auto-evaluación de fin de año no está implementada como herramienta para pensar nuestra propia práctica, para reflexionar sobre nuestra marcha docente, como apertura de dudas que permitan la reelaboración de nuestro accionar responsable, sino que está pensada como algo más para dar cumplimiento.
Al igual que como lo explica el documento, particularmente yo me identifico mucho con esta parte de estar en permanente formación, pues uno como profesional en cualquier área debe estar a la vanguardia de los diferentes cambios que se van dando a nuestro alrededor. Para los docentes esto es un requisito fundamental para el logro de muchas cosas, como por ejemplo: para el desarrollo de sus propias potencialidades, para el crecimiento cognitivo, afectivo y de las destrezas y actitudes de sus alumnos, como también para evitar caer en el tradicionalismo.
ResponderEliminarEn todo esto, o mejor dicho en la profesión docente en sí, es sumamente importante la auto-evaluación, pues aquí se llaga a un proceso de autorreflexión, recapacitación y autorevisión en el que el individuo sinceramente reconoce sus fortalezas y debilidades y mejora su accionar educativo.
JUANA MORFA SOLIVER
La autoevaluación no es más que la actitud reflexiva que el profesor tiene respecto a su desempeño escolar, esto significa una revisión teórica de su práctica, es decir cómo trabaja con sus alumnos, nos ayuda a reconocer si estamos trabajando bien o mal, así se puede mejorar el trabajo diario, con la finalidad de mejorar el proceso Enseñanza-Aprendizaje y de esta manera contribuir con la sociedad. Att: Greydi Ortega. Grupo VII
ResponderEliminarEs muy cierto que la formación permanente es un proceso que depende del interés que tenga el profesional por estar al día con su carrera en este caso el docente, porque así tendrá los conocimientos más novedosos y estará acorde con los nuevos avances y podrá ayudar a los estudiante con las diferentes necesidades que en ellos aparezcan.
ResponderEliminarComo al igual que la sociedad, el ambiente y los estudiante están en constante cambios de esa misma manera debe estar cambiando las estrategias, actividades, métodos y la manera de impartir los contenido el docente dentro de un aula, pero esto no se logra solo, sino con la constante preparación y la adquisición de nuevas metodología mediante la formación permanente.
Una autoevaluación es el valor que nos damos nosotros mismos a nosotros mismos ya sea por algo que hicimos bien o por algo que hayamos hecho mal. Es de gran importancia que el docente se esté autoevaluando constantemente pero siendo sincero consigo mismo para mejorar las debilidades y continuar con sus habilidades, para que los nuevos aprendizajes que aporte a sus alumnos sean cada vez mejor.
Lidez Ruiz
Me llama la atención la parte donde dice que lo que define la calidad de la educación es la formación permanente que debe de tener el docente. Hoy en día existen diferente planes de formación permanente pero con pocas innovaciones, pero estas tratan de centrarse en el desarrollo de las competencias profesionales necesarias para resolver los problemas que se plantean en los centros educativos.
ResponderEliminarLa autoevaluación en el ejercicio profesional es de gran importancia ya que nos permite como profesionales realizarnos una autoevaluación para saber como va nuestro rendimiento como profesionales y poder realizarnos una auto-corrección de nosotros mismos.
NICAURY STEPHANIA VARGAS REYES.
Este tema de la formación permanente del docente es muy importante, ya que de esta depende que el docente se mantenga actualizado a todas las innovaciones de la educación en el día a día. Además cuando estos se mantienen en una educación continua pueden utilizar nuevas estrategias para guiar el proceso de enseñanza aprendizaje. Att, Alexandra Javier Sánchez, grupo 7.
ResponderEliminarEs de suma importancia la autoevaluacion en el ejercicio docente por le permite a cada maestro realizarse una evaluación sobre su trabajo día a día para darse cuenta de sus fortalezas y debilidades y por ende saber el producto que le da a la sociedad. Abelarda Perez,grupo 7
ResponderEliminarEs importante que cada docente permanezca en constante formación y capacitación, ya que a medida que pasa el tiempo surgen cosas e ideas nuevas, por lo que este debe conocer de estas y además cada día aparecen nuevas demandas en la sociedad y este debe estar preparado para atender a las mismas. Por otra parte considero que es sumamente primordial que al maestro se le evalúe su desempeño puesto que de tal forma este tendría la oportunidad de mejorar sus debilidades y al mismo tiempo fortalecerlas, y también continuar haciendo bien las cosas que ya este tiene como fortalezas.
ResponderEliminarLOIDY JAZMÍN LÓPEZ SANTANA
Es de suma importancia la preparación de los maestros,y es que la generación que nos vamos a encontrar tiene muchos conocimientos elaborados,por lo tanto,los maestros debemos de ir muy preparados a las aula. Además como dice el dicho; el saber no pesa,entonces, no debemos de dejar ninguna oportunidad de seguir preparándonos pasar.
ResponderEliminarNos dice el documento que no existe el maestro diez, pero tampoco en maestro cero,y es ahí donde entra la auto-evaluación, cuando podemos ver y reconocer qué tenemos y qué nos hace falta mejorar o aprender.
Pienso que el maestro que no se auto-evalúa pues no crece,ya que piensa que todo esta bien y nada le falta.
Orgalidia José Kelly
Andreyna Santana_Grupo 8.
ResponderEliminarEl proceso de evaluación es responsabilidad de una pluralidad de participantes: alumnos, profesores, padres, administración educativa, entre otros. El docente se ha de plantear la necesidad de autoevaluarse como medio para poder reflexionar críticamente sobre si mismo y sobre su práctica educativa y también para obtener datos sobre su actuación, con el fin de perfeccionarla.
Pienso también que para que una autoevaluación funcione debe ser sincera por parte del maestro e identificar sus necesidades profesionales y crear estrategias para satisfacerlas, mejorando con eso su ejercicio profesional.